A medida que se acercan las elecciones en Nicaragua, Estados Unidos está interfiriendo directamente y todo el mundo lo sabe. Hacemos un llamado a los Estados Unidos para que dejen de interferir; esto disminuye la posición de nuestro país y de los Estados Unidos a nivel mundial.
"¿Cómo sería si Estados Unidos fuera visto por el resto del mundo como un país que interfiere directamente en las elecciones de otros países y todo el mundo lo supiera? ¿Cómo sería si participáramos en actividades que ellos realizan? Disminuye el prestigio de un país". Presidente Biden, junio de 2021
Hace 35 años, el 27 de junio de 1986, la Corte Internacional de Justicia de La Haya dictaminó que Estados Unidos había violado el derecho internacional al apoyar a los contras y minar los puertos de Nicaragua, incumpliendo las obligaciones internacionales de nuestro país de "no usar la fuerza contra otro Estado, no intervenir en sus asuntos y no violar su soberanía".
La decisión incluía la necesidad de pagar reparaciones, calculadas en más de 17.000 millones de dólares. Estados Unidos se negó a cumplirla. Más de 30.000 nicaragüenses murieron a causa de la guerra y su economía quedó totalmente destruida cuando ésta terminó.
Estados Unidos continuó interfiriendo en las elecciones de 1990, aportando millones de dólares para crear un candidato de elección y amenazando al pueblo de Nicaragua con más guerra si no votaba según los dictados de Estados Unidos.
Tras el regreso de los Sandinistas al poder a través de las elecciones de 2006, Estados Unidos reanudó sus esfuerzos para socavar el gobierno Sandinista, canalizando abiertamente desde 2015 más de 200 millones de dólares a través de organizaciones nicaragüenses y de docenas de medios de comunicación de nueva creación para los esfuerzos de cambio de régimen. Esto culminó en un intento fallido de golpe de Estado que mató a más de 200 personas en 2018.
En julio de 2020, un documento de la USAID filtrado desde la Embajada de Estados Unidos en Managua esbozaba un plan orquestado, RAIN o Responsive Assistance in Nicaragua, financiado por Estados Unidos para poner en marcha una transición gubernamental en Nicaragua durante los próximos dos años.
En este momento, la Ley Renacer está avanzando rápidamente en el Congreso de los Estados Unidos con la intención explícita de interferir en las elecciones de Nicaragua, como se indica en el título: Ley de Refuerzo de la Adhesión de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral de 2021. La Ley Renacer aumenta las sanciones económicas. Amenaza a los votantes nicaragüenses para que voten por un candidato de la oposición si no quieren sufrir graves privaciones en los próximos años.
Nuestros amigos, familiares, socios organizativos y comunidades en Nicaragua quieren que Estados Unidos deje de interferir. Nos dicen que el gobierno se preocupa por los pobres, citando la buena gobernanza de la que se benefician directamente: la seguridad, la seguridad alimentaria, la agroecología, el acceso gratis a la salud y la educación, el compromiso con la equidad de género, la prevención y mitigación de desastres, la diversificación energética, las mejores a infraestructuras y carreteras, ya las mejores de la región, y los programas para ampliar el acceso a la vivienda, el agua y la electricidad. La pobreza y la pobreza extrema se han reducido en casi un 50% de 2007 a 2017.
Los nicaragüenses NO ESTÁN huyendo a la frontera con EEUU por miles, a diferencia de sus vecinos del "triángulo del norte".
Las operaciones de cambio de régimen de Estados Unidos en América Latina tienen una larga y sórdida historia y siguen haciendo un enorme daño en los muchos lugares en los que actúan hoy.
Las sanciones estadounidenses en apoyo del cambio de régimen son devastadoras para las personas más vulnerables, y son ilegales.
A medida que se acercan las elecciones en Nicaragua, Estados Unidos está interfiriendo directamente y todo el mundo lo sabe. Pedimos a EE.UU. que deje de interferir; esto disminuye la posición de nuestro país y de EE.UU. a nivel mundial.
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