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Cristóbal Sánchez and Irineo Mujica were arbitrary detained on June 5 in Mexico City and Sonora, respectively on fabricated charges of human trafficking. Cristóbal Sánchez was detained outside his house in Xochimilco, Mexico City, at gunpoint and without a warrant by 6 men in plain-clothes that identified themselves as judicial police. In Sonoyta, Sonora, Irineo Mujica was detained by three officers in plain-clothes who handcuffed him and took him to Hermosillo, Sonora. The arrests of these Human Rights activists, just minutes apart, comes after several days of threats from Donald Trump to increase tariffs on Mexican goods, if Mexico does not take steps to detain Central American migrants and refugees who are seeking safety in the United States.
Both Cristóbal and Irineo have been victims of harassment, criminalization and threats by different administrations of the Mexican government, including the current government of President Andrés Manuel López Obrador, as well as by organized crime groups. Only in February this year, prior to a meeting with the former US former Secretary of Homeland Security Kristen Nielsen, Sánchez Cordero publicly attacked the humanitarian work of Sánchez and Mujica, leading to harassment and several death threats against them and other human rights activists.
Cristóbal Sánchez Sánchez has worked on migration issues for the past 15 years, and is a founder of the Cultura Migrante Collective (Migrant Culture). He has denounced violence against refugees and provided food and water to them. Due to his human rights work, he was previously detained in 2011 in Tapachula and in February 2019, when documenting human rights violations against migrants. Irineo Mujica has been a human rights defender for more than fifteen years, working in Mexico and the United States to promote respect for migrants’ rights and immigration reform. He has founded and supported numerous shelters for migrants and refugees within Mexico and documented human rights abuses against migrants by authorities. Mujica has been unjustly arrested on numerous occasions and he has been target of death treats, and subject to an intense campaign of criminalization in the media by Mexican and US authorities. Both organizers are in the process to receive protection as part of Mexico’s Mechanism of Protection for Human Rights Defenders and Journalists.
By arresting Cristóbal Sánchez and Irineo Mujica, the Mexican government is trying to appease Trump and prevent them from continuing their human rights work with vulnerable migrants and refugees. Join us to demand the immediate and unconditional release of Sánchez and Mujica, and an end to the criminalization of immigrant rights activists.
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Cristóbal Sánchez e Irineo Mujica fueron detenidos arbitrariamente el 5 de junio en la Ciudad de México y Sonora, respectivamente, por cargos falsos de tráfico de personas. Cristóbal Sánchez fue detenido fuera de su casa en Xochimilco, Ciudad de México, a punta de pistola y sin orden judicial por 6 hombres vestidos de civil que se identificaron como policía judicial. En Sonoyta, Sonora, Irineo Mujica fue detenida por tres oficiales vestidos de civil que lo esposaron y lo llevaron a Hermosillo, Sonora. Los arrestos de estos activistas de derechos humanos, a solo minutos de diferencia, se producen luego de varios días de amenazas de Donald Trump para aumentar los aranceles sobre los bienes mexicanos si México no toma medidas para detener a los migrantes y refugiados centroamericanos que buscan seguridad en los Estados Unidos.
Tanto Cristóbal como Irineo han sido víctimas de hostigamiento, criminalización y amenazas por parte de diferentes administraciones del gobierno mexicano, incluido el actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como por grupos del crimen organizado. Solo en febrero de este año, antes de una reunión con la ex Secretaria de Seguridad Nacional de los EE. UU. Kristen Nielsen, Sánchez Cordero atacó públicamente la labor humanitaria de Sánchez y Mujica, lo que provocó hostigamiento y varias amenazas de muerte contra ellos y otros activistas de derechos humanos.
Cristóbal Sánchez Sánchez ha trabajado en temas de migración durante los últimos 15 años, ç y es fundador del Colectivo Cultura Migrante. Él Ha denunciado la violencia contra los refugiados y les ha proporcionado comida y agua. Debido a su trabajo de derechos humanos, fue detenido anteriormente en 2011 en Tapachula y en febrero de 2019, cuando documentaba violaciones de derechos humanos contra migrantes. Irineo Mujica ha sido un defensor de los derechos humanos por más de quince años; ha trabajado en México y los Estados Unidos para promover el respeto por los derechos de los migrantes y la reforma migratoria. Ha fundado y apoyado numerosos refugios para migrantes y refugiados en México y ha documentado abusos de derechos humanos contra migrantes por parte de las autoridades. Mujica ha sido arrestado injustamente en numerosas ocasiones y ha sido objeto de amenazas de muerte. Actualmente está sujeto a una intensa campaña de criminalización en los medios de comunicación por parte de las autoridades mexicanas y estadounidenses. Ambos organizadores están en proceso de recibir protección como parte del Mecanismo de Protección de México para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.
Al arrestar a Cristóbal Sánchez e Irineo Mujica, el gobierno mexicano está tratando de apaciguar a Trump y evitar que continúen su trabajo de derechos humanos con migrantes y refugiados vulnerables. Únase a nosotros para exigir la liberación inmediata e incondicional de Sánchez y Mujica, y poner fin a la criminalización de los activistas de los derechos de los inmigrantes.
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